lunes, 22 de julio de 2013

LA HISTORIA DE UN DÍA DEL NIÑO INOLVIDABLE

La experiencia vivida hoy en la Avenida Bolívar con la celebración del Día Internacional del Niño fue muy gratificante. Salir a escena después de 22 años inactivo, encontrarme nuevamente con mi hermano, amigo y compadre Gustavo Chópite y saborear lo divino de los aplausos porque haces las cosas bien, con profesionalismo, de verdad que fue sublime y hermoso.
Desde que la Gobernadora Yelitze Santaella, se enteró que parte de mi vida artística estaba dedicada al mundo infantil con un personaje que nació con el nombre de “Riquiti”, con una carrera profesional de más 30 años de trayectoria, recorriendo los escenarios y artistas más importantes del país como el Estudio mata de Coco en Caracas, así como las televisoras RCTV, VTV y Venevisión.

Desde entonces andaba la Gobernadora insistiendo para que retomara y desempolvara el traje. El día que vino el Presidente Nicolás Maduro con su Gobierno de Calle en el Guacharín, me dijo que me presentara vestido como “Riquiti” que le dijera que era el Director de Cultura del Estado y que le explicara mi trayectoria porque ella estaba segura que Nicolás me conocía de esos eventos. Realmente no lo hice porque estaba montado en la organización de la exposición cultural y artesanal que ella me había encomendado.

Pero para la celebración del Día del Niño si me insistió en varias oportunidades y yo me negaba pero analizando la situación, que no era fácil ya que tenía 22 años sin usar el traje, el maquillaje y todos los accesorios que se utilizan para trasformarse y transportarse a otros espacios que solo el ser artista conoce. 

Igual sucede con el repertorio que se utiliza para lograr un buen espectáculo. Pero, en ese pensamiento también me vino a la mente la reflexión de que como la Gobernadora había tocado mis fibras sin saber que realmente esa es mi pasión y el Don que Dios me dio, de hacer reír a las personas y hacer feliz a los niños, niñas, jóvenes y adultos. 

Pero también recordaba a un gran amigo y locutor de reconocida y respetada trayectoria en Radio Julián José Bigott, que para cuando le conocí, laboraba en Radio Continente cuando estaba en la Avenida México, eso fue como en el año 82 más o menos, él dirigía su exitoso programa “Venezuela Siempre, Siempre Venezuela”, pero cada vez que llegaba el Día del Niño él se vestía de Payaso con aquella emición y se iba a los hospitales a llevarles juguetes a los niños hospitalizados. Eso fue lo que más llenó de valor y me dije, bueno, pero si este señor que no nació con ese Don de ser Payaso y lo hace por llevar alegría, solidaridad y amor a esos niños, porque me niego yo la oportunidad de hacer lo mismo si nací con eso, porque el ser payaso no se hace, nace.

El sábado al medio día me llamó Laumaris, Secretaria Privada de la Gobernadora para preguntarme que si en el ICUM habían Payasos para la celebración del Día del Niño, ya sabía por donde venía, y le respondí que no y me volvió a preguntar ¿Y Riquiti no puede estar? Callé por un momento y luego le dije decidido…

Si chica dile a la Gobernadora que allí estaré. Salí al centro a comprar la pintura, el lápiz de ceja, sacapunta, espejo, talco, elástica porque tenía conmigo el pantalón y la chaqueta la cual conservaba en el baúl de los recuerdos.

Pero surgía una nueva preocupación, contactar a Gustavo Chópite “Chopitín”, mi antigua pareja de estos eventos hoy Director de la Emisora Rumbera en el estado, para tratar de convenserlo para que aceptara acompañarme. Pensé que cundo lo llamara me iba a rechazar la propuesta pero no fue así, apenas le dije que me iba a presentar con “Riquiti” en la Avenida Bolívar no dudo en decirme que me iba acompañar. Era como una necesidad de hacerlo, de vivirlo nuevamente, de recoger el sentimiento y receptividad del público.

Así surgió el reencuentro de “Riquiti y Chopitín” después de 22 años, lo logró la Gobernadora Yelitze Santaella, quien expresaba en sus ojos el orgullo de tener a un Director de Cultura con una gran calidad y trayectoria artística. Una vez que culminamos en compromiso en la avenida Bolívar, en plena tarima me dice la Gobernadora, tienen que ir conmigo al Hospital a entregar unas canastillas y juguetes a las madres de niños y niñas recién nacidas y a los que están hospitalizados, y nos fuimos al hospital, pero cuando pensaba que ya todo había terminado dijo, ahora nos vamos a la residencia que tengo otra fiesta del Día del Niño y para allá nos fuimos.

Que día tan hermoso y maravilloso el de hoy, jamás lo olvidaré, ver a mucha gente que recordaban nuestro trabajo, ver a mujeres que cuando niñas le animábamos la fiesta de cumpleaños llorando recordándonos, pero también fue especial porque me reencontré con mis raíces artístas, por eso es que el artista morirá siendo artista porque se trata de una pasión.

Quiero agradecer a la Gobernadora por ayudarme a exteriorizar toda esa pasión que tenía por dentro, era como un ahogo de querer y no poder. Cada día y cada noche que veía mis trajes de Payaso guindado era un recuerdo y una nostalgia porque con ellos levanté a mi familia, a mis hijos. También quiero agradecer profundamente a mis trabajadores, que más que empleados son mis amigos, por acompañarme en todos los planteamientos para mejorar y fortalecer el arte y la cultura en el estado.

TODO ESTO ES POSIBLE SOLO EN REVOLUCIÓN

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